
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había sido dicho. [San Lucas 2:20]
Todo encuentro con Jesucristo resulta en un cambio. Saldrá de allí mejor o peor, con un corazón de carne o uno de piedra, perdido o salvado, pero nunca indiferente.
Así ocurrió con los pastores, sus vidas mediocre s fueron transformadas por el mensaje de los ángeles y la confirmación de peste al llegar ante el pesebre y contemplar allí a Dios hecho carne en el niño de Belén.
Llegaron temerosos y expectantes; salieron gozosos y proclamantes.
La experiencia de los pastores no es exclusiva de ellos. Ha sido mi propia experiencia y la experiencia de millones de personas a través de los siglos, que han nacido de nuevo por medio de un encuentro redentor con Jesucristo.
Esa puede ser hoy la experiencia de cualquier persona… tu propia experiencia, amigo/a, si vienes a él en arrepentimiento de tus pecados y fe en Jesús como el Único Salvador de tu vida. Como ocurrió a los pastores, tu vida será cambiada porque como ellos comprobarás que todas las grandes cosas que has visto y oído de él son ciertas.
Gracias, Padre Eterno, porque un día cambiaste mi vida. Ayuda a cualquier persona que pueda leer estas líneas a acercarse a Jesús, pues él es el único camino hacia una vida nueva y eterna en ti.
¡¡¡Cambiaste mi Vida!!!